El último Informe Trimestral sobre la Dinámica MYPE en El Salvador revela un panorama alentador para las micro y pequeñas empresas del país, que cierran el tercer trimestre con una tendencia sostenida de confianza y una recuperación progresiva tras varios años de desafíos económicos.
El Índice de Confianza Empresarial MYPE alcanzó los 108.9 puntos, su nivel más alto desde 2021, mientras que un 69 % de los empresarios manifestó expectativas favorables para el cierre de año. Los resultados reflejan no solo el impulso estacional de fin de año, sino también una recuperación más estable y consistente.
Confianza sólida y recuperación progresiva
Durante el tercer trimestre, la confianza empresarial aumentó 8.5 puntos respecto al trimestre anterior y 3.5 puntos en comparación con el mismo periodo de 2024, marcando un punto de inflexión tras meses de estabilidad.
De acuerdo con el informe, 41 % de los empresarios reportó una situación favorable, 48 % estabilidad y 11 % dificultades, lo que genera un saldo neto de +29.8 puntos, indicador de un entorno más propicio para los negocios.
Este repunte se traduce en acciones concretas: ampliación de pedidos, recontratación de personal y reapertura de locales que permanecían cerrados desde la pandemia.
Contrastes y desafíos persistentes
El informe señala que la recuperación no es uniforme entre todos los segmentos empresariales. Las microempresas de subsistencia registraron el mayor crecimiento en confianza con +5.1 puntos, seguidas de los sectores de acumulación ampliada (+4.9) y acumulación simple (+3.2), mientras que las pequeñas empresas mostraron un avance más moderado.
A pesar del clima positivo, el 45 % de los empresarios reporta un aumento en la competencia, considerado el principal desafío, especialmente en zonas urbanas. No obstante, problemas como la escasez de mercadería y los trámites administrativos han disminuido su impacto, reflejando una mayor capacidad de adaptación y gestión en el sector.
Expectativas altas, resultados prudentes
El documento también advierte sobre una brecha entre las altas expectativas y los resultados reales. Aunque la mayoría de empresarios confía en un cierre exitoso, los márgenes de rentabilidad aún no reflejan completamente ese optimismo.
Las ventas muestran una tendencia de crecimiento, pero a un ritmo más lento que la percepción de mejora. Según el informe “El estado de la MYPE 2025”, esta diferencia demuestra que el optimismo es genuino, pero todavía no se traduce en resultados plenamente sostenibles.
Aun así, el panorama general es de confianza renovada y dinamismo empresarial. La MYPE salvadoreña, impulsada por su resiliencia y capacidad de adaptación, se encamina hacia un cierre de año con optimismo cauteloso, pero con la firme convicción de que la recuperación continúa en marcha.




