Grupo AJE anunció públicamente su adhesión a la iniciativa 1t.org (trillón de árboles) impulsada por el Foro Económico Mundial, durante la conferencia mundial del Cambio Climático de la ONU -COP28-, que se realizó en Dubái del 30 de noviembre al 12 de diciembre para el año 2030.
Para ser parte del 1t.org las empresas responsables, de forma voluntaria, hacen un compromiso -pledge- que anticipe un impacto positivo en la protección, conservación y restauración de la masa boscosa del mundo durante la próxima década.
Solo son elegibles las empresas comprometidas a reducir emisiones alineadas al Acuerdo de Paris. Actualmente, la iniciativa ha afiliado a 90 empresas, de 67 países del mundo, con el compromiso conjunto de proteger 11.9 billones de árboles.
En el caso de AJE, este compromiso es proteger 6 millones de hectáreas de bosque primario alrededor del mundo, e incluye la creación de cadenas de valor sostenibles con las comunidades indígenas que a la vez potencien su cultura y apoyar la preservación de las especies en peligro de extinción con el fin de proteger la biodiversidad que enriquece los bosques.
Según la información de AJE, consignada en el sitio 1t.org/pledges “la empresa tiene una visión de sostenibilidad en el centro y núcleo de su negocio: por un lado liderar la Revolución Natural valorando la biodiversidad y el patrimonio cultural de los países donde operan, y por el otro, empoderar a sus comunidades”.
La implementación de la iniciativa de AJE ya ha dado como resultado 1,150.000 kilos de superfrutos producidos de manera sostenible, programa en el que se han involucrado 22 comunidades en una extensión de 112,000 hectáreas de áreas protegidas, cifras que esperan duplicar para el 2030.
El -pledge- de AJE concluye refiriéndose al impacto que su compromiso tendrá en el cambio climático: “Nuestras iniciativas de protección contribuyen a hacer frente al cambio climático, pues estamos trabajando en los ecosistemas húmedos de la amazonía de Perú y Ecuador, una de las principales reservas de carbono del mundo, así como en otras grandes reservas de carbono que existen en los bosques tropicales de Centroamérica. A través de su conservación, se dejan de emitir miles de millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, combatiendo así los efectos del calentamiento global.”