Expertos en ciberseguridad advierten que acumular cookies sin control aumenta el riesgo de robo de datos personales y secuestro de cuentas.
Las cookies del navegador (esos pequeños archivos que guardan información sobre tu actividad en internet) pueden facilitar la navegación, pero también convertirse en un riesgo si no se gestionan adecuadamente. Aunque su función principal es recordar preferencias, mantener sesiones abiertas o guardar carritos de compra, los especialistas en seguridad informática advierten que su acumulación excesiva puede abrir la puerta a ataques digitales.
Con el tiempo, los navegadores almacenan cientos o incluso miles de cookies. Esta saturación no solo ralentiza el rendimiento del sistema, sino que puede exponer información sensible que facilita técnicas como el secuestro de sesión, un tipo de ataque en el que los ciberdelincuentes aprovechan esos archivos para acceder a cuentas sin necesidad de contraseñas.
Riesgos invisibles en la red
El peligro aumenta cuando los usuarios se conectan a redes wifi públicas —como las disponibles en aeropuertos, cafeterías o centros comerciales—, donde las medidas de cifrado suelen ser más débiles. En esos entornos, un atacante podría interceptar cookies de autenticación y tomar el control de sesiones en redes sociales, plataformas bancarias o servicios en línea.
Por esta razón, los expertos recomiendan borrar periódicamente las cookies almacenadas, especialmente si se usa el mismo navegador para actividades personales y laborales.
Cómo mantener tu navegador protegido
Los navegadores modernos incluyen opciones para gestionar automáticamente las cookies, aunque esta función no siempre viene activada por defecto. Revisar las configuraciones de privacidad y realizar una limpieza manual cada pocos días o semanas puede marcar una gran diferencia.
Algunos consejos prácticos:
- Elimina las cookies con regularidad, priorizando las de sitios poco confiables.
- Usa navegadores actualizados, que incluyan los últimos parches de seguridad.
- Evita extensiones desconocidas o sin verificar, ya que muchas pueden acceder a tus datos de navegación.
- Comprueba siempre que las páginas utilicen conexión segura (https) antes de ingresar información personal.
- Evita redes wifi abiertas o sin cifrado, en especial si gestionas cuentas bancarias o datos sensibles.
Un hábito que previene mayores riesgos
Los especialistas coinciden en que el problema no son las cookies en sí, sino el exceso de información acumulada y la falta de control sobre ellas. Al adoptar el hábito de limpiar y revisar los datos de navegación, los usuarios reducen significativamente las posibilidades de ser víctimas de robo de identidad o accesos no autorizados.
En un entorno digital cada vez más interconectado, la seguridad comienza con acciones simples. Borrar las cookies con frecuencia puede parecer un detalle menor, pero es un paso esencial para navegar de forma más segura y proteger tu privacidad en línea.




